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Los equipos de diversidad recibieron un trato indigno en el campo del Poble Nou de Terrassa

20/02/2022
Comunicación

Trato diferenciado que hubo con los diferentes equipos de diversidad funcional (LaFact Terrassa y nuestro equipo Senior DF) tuvieron vedado el acceso a unas condiciones básicas y mínimas para poder hacer la actividad deportiva.

Los equipos de diversidad recibieron un trato indigno en el campo del Poble Nou de Terrassa

#CEFCanMir #FutbolPerATothom Respecte, Igualtat, Diversitat, Inclusió 2022
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El pasado sábado se jugó el partido de fútbol inclusivo organizado por FEDAMAR entre el equipo LaFact de Terrassa y nuestro equipo Senior DF. Lo que debía ser una jornada para disfrutar y hacer posible el fútbol para todos, se convirtió en una pesadilla para los jugadores y las familias de ambos equipos. Desgraciadamente, el juego y el resultado no fueron la noticia relevante.

Como LaFact Terrassa no dispone de instalaciones propias, el partido debía jugarse en el Campo de Fútbol Municipal Poble Nou, gestionado por el CF Poble Nou 2002; un espacio de carácter público que debe ser accesible para todos los ciudadanos de Terrassa. En este espacio debían disputarse dos partidos, uno del equipo local, y otro entre los dos equipos con jugadores con diversidad funcional.

Desconocemos si hubo desidia, falta de sensibilidad, o una práctica deliberada y censurable por parte de los gestores o responsables de las instalaciones. En cualquier caso, queremos hacer patente el trato diferenciado que hubo con los diferentes equipos: si bien el equipo del club "acogedor" tuvo acceso a todos los servicios necesarios para hacer la práctica deportiva, los equipos de diversidad funcional (LaFact Terrassa y nuestro equipo Senior DF) tuvieron vedado el acceso a unas condiciones básicas y mínimas para poder hacer la actividad deportiva.

Algunos ejemplos de lo que ocurrió son los siguientes:

- La falta de personal responsable para atender y dar un servicio de acogida mínimo a los dos equipos generó la desorientación de los jugadores y que el partido se iniciara más tarde.

- La negativa a hacer el uso en condiciones de unos vestuarios o que posteriormente se cerraran, implicó que los jugadores y las jugadoras se tuvieran que cambiar (después del partido) junto al campo y ante el público sin ningún tipo de privacidad; lo que también afectó evidentemente a las mujeres jugadoras de ambos equipos.

- El cierre de los aseos y la negativa a abrirlos generó situaciones no deseables para dar respuesta a las necesidades fisiológicas urgentes de algunos jugadores.

 - La negativa a dejar el material deportivo básico para jugar y el no poder contar con banquillos para los suplentes, que estaban fuera del campo y atadas con un candado, dificultó el desarrollo del partido. Estos ejemplos demuestran la desidia con la que nos vamos a encontrar, desidia que podía ser atribuible a una doliente organización, pero que sólo afectó a los dos equipos de diversidad, y no a los otros equipos que coincidían con los nuestros en el terreno de juego.

Pero, el hecho más grave, y que produjo la máxima indignación, fue la prohibición para que nuestro segundo entrenador, el Ilyass, que se mueva con una silla de ruedas, pudiera entrar en el terreno de juego ya que "hacía mal bien el césped", situación que no nos ha pasado nunca a ninguna instalación durante los 3 años de competición en esta liga.

Ante esta actitud, nuestro equipo decidió abandonar el campo y no jugar el partido.

Cuando marchábamos del campo, nuestros compañeros de LaFact Terrassa tuvieron conocimiento de lo que había pasado con el Ilyass y también se indignaron. Nos pidieron que no marchasen, y que si era necesario nos quedaríamos ocupando el campo con nosotros en señal de protesta. Tras algunas situaciones de tensión, el "responsable" del CF Poble Nou 2002 fue requerido por el árbitro y, finalmente, nuestro segundo entrenador no tuvo que abandonar el terreno de juego.

De esta lamentable experiencia, extraemos algunas conclusiones:

 - En primer lugar, el sentido patrimonialista de algunas entidades que consideran que los campos municipales que gestionan son de su propiedad y les confieren privilegios y prerrogativas por encima de cualquier otro. Estas, como la mayoría de las instalaciones municipales, son propiedad de todos los ciudadanos que las mantienen con sus impuestos y tienen el mismo derecho de acceso y disfrute.

- El trato diferenciado al mundo del fútbol, donde los equipos y las categorías alejadas de los ámbitos competitivos y que no generan un palmarés y unos recursos económicos son consideradas como unas categorías de bajo nivel... sin relevancia.

- La falta de sensibilidad social por parte de algunos clubes que son incapaces de dar un tratamiento digno a las personas que lo requieren, bien sea por criterio propio o por no formar correctamente a sus colaboradores que deben atender según qué situaciones y sensibilidades.

- La denuncia y la solidaridad de los jugadores con diversidad funcional para defender sus derechos y no permitir ninguna discriminación.  Son varios pero iguales a la hora de defender su dignidad como personas.

Desde nuestra entidad no queremos que quede como una anécdota desagradable lo que pasó el sábado. Nuestra obligación no es sólo que los deportistas con diversidad funcional disfruten jugando al fútbol, también promover la sensibilidad social ante las personas que más lo necesitan. Si no se quiere facilitar el acceso al deporte a estos jugadores desde la mayoría de los clubes ordinarios, al menos que se respete que otras entidades lo hagan y puedan tener acceso, insistimos, a los recursos que son de todos. En este caso también de los jóvenes con diversidad funcional de la ciudad de Terrassa.

En este sentido, no solo realizamos esta denuncia pública, si no que hemos trasladado estos hechos a FEDAMAR, fundación que organiza la WeLeague7, y que lo haremos en el Ayuntamiento de Terrassa, que siempre ha mostrado una gran sensibilidad sobre estos temas y que debe conocer lo que pasó en unas instalaciones que son de todos los tarrasenses.

Por último, solicitamos al CF Pueblo Nuevo 2002 que sus responsables sean conscientes de lo que pasó y tomen las medidas para que no se reproduzca una situación como esta nunca más. Sabemos que esta entidad en algún momento ha promovido alguna campaña solidaria y nos gustaría creer que la situación a obedecido a la falta de organización o la formación de las personas a cargo.