El pasado sábado 22 de julio finalizó la competición de la segunda división de la Liga Valldor7, donde el equipo Juvenil ganó los dos play off que lo han consolidado como el primer clasificado de su división, y que implicará que la próxima temporada jueguen en primera división.
Como decíamos, la temporada 2022-2023 ha sido complicada por dos cuestiones fundamentales.
La primera, es la imposibilidad recurrente de jugar a las competiciones de la Federación Catalana de Fútbol (FCF) por las exigencias de documentación que pide el estamento federativo a los jóvenes acogidos, y que hacen inviable su inscripción. Desgraciadamente, de cara a la próxima temporada, se mantendrán estos requerimientos que privarán a los jóvenes a tener un trato de igualdad respecto al resto de deportistas catalanes.
La segunda, y que nos produce una especial indignación, es la actitud de algunos de los equipos considerados "grandes" de Rubí que han estado durante toda la temporada lanzando "cantos de sirena" y tocando individualmente a los jugadores de nuestro equipo Juvenil para que fueran a jugar a sus clubes, bajo engaños y expectativas falsas, y rompiendo la finalidad de la actividad deportiva que promocionamos desde el CEF Can Mir como es la acogida y la integración.
Con el paso de las semanas, los jugadores seducidos acababan regresando nuevamente al CEF Can Mir al ver que no podrían contar con una actividad deportiva más allá de entrenamientos, eso sí, con campos de césped y no de tierra como el de las instalaciones que gestionamos.
Este vaciado permanente ha implicado que nuestros jugadores no se hayan podido inscribir hasta la segunda vuelta de las competiciones de Valldor7, que es cuando hemos contado con los deportistas suficientes para hacerlo.
A pesar de estas dificultades y las actitudes de piratería que los clubes modestos sufrimos habitualmente, acabamos la temporada con mucha felicidades que nos transmiten estos jóvenes y sus entrenadores, Wassim y Jonathan, a los que agradecemos su dedicación y capacidad de lucha.
