Crónica 2 - Senegal 2022
Podéis leer la crónica completa en el pdf adjunto a continuación:
Después de casi 600 kilómetros y 9 horas dentro de un autobús, el Xavi llega a Bouloukounda.
Aunque sea el mismo país (Senegal), como ocurre en muchos lugares del mundo, el cambio de sensaciones vitales de una metrópoli a una zona rural es radical en muchísimos aspectos.
Las maneras de entender la vida de la gente, el sentimiento colectivo y de arraigo, la creación de vínculos personales, o las diferentes maneras de sobrevivir a las adversidades es, en muchos aspectos, absolutamente diferente.
También muchas pautas de funcionamiento social, de costumbres y de comportamientos.
La llegada de personas forasteras es un evento que rompe rutinas y no pasa desapercibida en el poblado. En este caso, se vive con una intensidad difícil de describir, tanto por lo que llega como por los que ya están.
El objeto de esta nueva visita, aparte del reencuentro con personas estimadas y con las que compartes sueños comunes, ha sido hacer un seguimiento de la labor y la evolución de los proyectos que el Club Escola de Futbol Can Mir tiene en este poblado.
Los proyectos planteados en origen no siempre funcionan como se habían previsto; muchas veces la cultura colectiva, las tradiciones, o las relaciones y los roles entre las personas cimentadas desde siempre y, en este caso no demasiado contaminadas por elementos exteriores, arraigan con más o menos fuerza y los condicionan.
En cualquier caso, los proyectos básicos que se iniciaron en Bouloukounda continúan y mejoran su desarrollo al ser compartidos por todos los que participan. La educación, la salud, incluso un elemento supletorio y no imprescindible como el fútbol, han mejorado y avanzado a pesar de las carencias de esta comunidad.
Esto no ha pasado con el huerto colectivo y la gestión de los residuos, que no han conseguido implicar lo suficiente a los vecinos y no ha funcionado según estaba planteado.
Lo que no ha cambiado es la gente.
Su afecto personal, el cómo expresan con sus emociones el reencuentro, el entusiasmo ante una novedad que rompe su rutina, cómo superan las adversidades que les plantea la vida, o el ver cómo los pequeños han crecido y ya forman parte de su existencia. También la tristeza por saber que no encontrarás a los que durante estos dos años nos han dejado. Un cúmulo de sensaciones ya vividas y que se volverán a vivir con intensidad.
El Xavi nos explica, entre otros, uno de los encuentros con una familia que representa esta lucha por la vida: "Una de las casas que visitamos era la de la familia de Fansu. Nos recibió su padre muy amable y afectuoso con nosotros. Del interior de la casa salió a recibirnos el hermano de Fansu.
Fansu y su hermano fueron dos de los cuatro heridos en el accidente de quad de hacía unos meses y en el que murieron dos niños. El hermano de Fansu, de unos 8 años, todavía estaba recuperando la movilidad en las piernas apoyado en sus dos muletas. Posiblemente quedará cojo toda la vida después de haber sufrido fracturas múltiples en las piernas y ser sometido a varias operaciones que han dejado que una pierna quede más corta que la otra. "
Lo que tampoco cambia es el impulso vital para mejorar sus vidas y hacer realidad sus sueños.
Uno de los nuevos proyectos del Club es dar la oportunidad a algunos niños para conseguirlos. Esto implicará acogerlos en nuestro país y con familias voluntarias para que estos niños puedan tener la oportunidad de tener una carrera deportiva. Algunos de ellos tienen un dardo innato para el fútbol y trabajaremos para que puedan demostrarlo.
Al final de las intensas jornadas, siempre queda el maravilloso cielo de África, una visión del universo que pone de relieve lo pequeños que somos, y también, qué grandes podrían ser muchas vidas con las mínimas oportunidades y una básica dignidad de su existencia.