El deporte en las personas con diversidad funcional es fundamental, genera beneficios en los usuarios como bienestar físico y mental, asumir hábitos de higiene personal, conocer el propio cuerpo y facilita herramientas para resolver problemas motores.
El deporte también ayuda a los usuarios a interactuar con otras personas, generando un sentimiento de pertenencia, y refuerza la cooperación y compañerismo entre deportistas. El deporte es agente sociabilizador entre las personas con diversidad funcional.
El deporte inclusivo permite que personas con y sin discapacidad puedan practicar el deporte conjuntamente adaptando sus normas para la plena inclusión de todos.